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mujer respirando profundo
Hábitos saludables

¿Cómo mejorar la capacidad pulmonar?

¿Qué es la capacidad pulmonar?

La capacidad pulmonar o la capacidad pulmonar total se refiere al volumen máximo de aire contenible en nuestros pulmones al ejercer un esfuerzo máximo durante la inspiración. Este puede llegar a alcanzar hasta unos 6 litros en individuos adultos, aunque varía dependiendo de factores diversos como la condición física, la estatura, la etnia o el sexo. Dicha capacidad respiratoria aumenta exponencialmente desde el desarrollo hasta la madurez, alcanzando su máximo alrededor de los 25 años y disminuyendo progresivamente con la edad.

Valores normales de capacidad pulmonar

La capacidad pulmonar total de cualquier individuo se mide en litros, a través de tests o pruebas funcionales no invasivas. Estas permiten a los especialistas evaluar el estado de la función pulmonar, es decir, medir cuánto aire se puede inhalar, exhalar y con la rapidez con la que se lleva a cabo. Para ello, se emplean principalmente dos tipos de pruebas: la espirometría y la pletismografía pulmonar. Con estas pruebas, los especialistas médicos son capaces de determinar valores concretos, determinando los rangos dentro de los cuales está la capacidad pulmonar total del paciente.

La primera y la más común, consiste en una prueba rápida y sencilla que requiere que se inhale profundamente y a continuación se exhale, con el mayor esfuerzo posible, a través de un tubo conectado a un aparato denominado “espirómetro”. Dicho dispositivo mide dos parámetros principales:

  • La capacidad vital forzada (CVF): cantidad de aire que podemos exhalar tras haber inhalado lo máximo posible

  • El volumen espiratorio forzado en el primer segundo (VEMS1): cantidad de aire que puedes exhalar durante un segundo.

La pletismografía, por el contrario, es menos común pero más precisa. Implica que el paciente se introduzca en una cámara transparente y hermética, en la cual respira a través de una boquilla, de forma similar a la espirometría. Los cambios de presión y cantidad de aire permiten medir con exactitud la capacidad pulmonar total. 

La lectura de las medidas de dichos parámetros permite valorar si la función respiratoria es normal, o si, por el contrario, podría existir una afección respiratoria, según los siguientes criterios:

Capacidad pulmonar normal

Se considera una espirometría normal aquella que resulta en un valor de CVF y VEMS1 superior al 80% del valor esperado -calculado antes de la prueba según la edad, altura, raza y el sexo-, además de un cociente o relación VEMS1/CVF superior a 0,75-0,8. De forma similar, los resultados normales de una pletismografía dependen de los valores teóricos calculados con anterioridad según las características del paciente.

pruebas respiratorias

Síntomas de una capacidad pulmonar baja

El hábito tabáquico, la edad y otras condiciones como el sobrepeso pueden disminuir la captación de aire, haciendo que nuestros pulmones trabajen con menor eficiencia.

Por otra parte, hay ciertas condiciones médicas que también afectan a la capacidad pulmonar. Entre ellas distinguimos las enfermedades respiratorias obstructivas —como la EPOC o el asma-, que restringen el paso del aire a los pulmones, y las restrictivas, las cuales disminuyen la capacidad pulmonar total debido a un defecto en la elasticidad de los propios pulmones o bien en la expansión de los mismos. 

Una disminución en la captación de aire puede resultar en insuficiencia respiratoria, la cual provoca que no se traspase el oxígeno necesario a la sangre. Los síntomas de baja capacidad pulmonar incluyen:

  • tos seca
  • dolor en el pecho
  • sibilancias (silbidos durante la respiración)
  • falta de aliento

Ejercicios para aumentar la capacidad pulmonar

Aunque la edad y la existencia de enfermedades respiratorias puedan provocar que nuestra capacidad pulmonar disminuya, existen ciertos ejercicios y técnicas que podemos emplear para paliar estos efectos. Algunos destacables y especialmente recomendables son:

  1. Respiración con los labios fruncidos: Consiste en respirar con normalidad a través de la nariz y exhalar por la boca durante el doble de tiempo mientras se mantienen los labios juntos.

  2. Respiración abdominal: Consiste en el uso del diafragma para llenar los pulmones de aire, hinchando el abdomen en lugar del tórax. Asimismo, se recomienda que se exhale contrayendo el abdomen durante el doble o triple de tiempo de inhalación.

Además de estos sencillos ejercicios, es especialmente recomendable evitar tanto fumar como tener un estilo de vida sedentario, además de mantener una correcta hidratación.

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