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mujer y gripe
Gripe y resfriado

¿Qué es la gripe española?: su historia

Al hablar de gripe española se hace referencia a la pandemia de gripe ocurrida en 1918, la cual es considerada a día de hoy la pandemia de gripe más devastadora de la historia. Se extendió rápidamente por todo el planeta, infectando a un tercio de la población mundial y causando entre 50 y 100 millones de muertes.

Esta epidemia fue causada por una virulenta cepa del Influenzavirus A, el subtipo H1N1. Existen evidencias que sugieren que provino de una serie de recombinaciones de virus circulantes en humanos y cerdos incorporadas a un virus aviar. Este virus se transmitía por secreciones respiratorias expulsadas al toser, estornudar y hablar.

¿Cuáles son los síntomas?

El periodo de incubación del virus es de 24 a 48 h, tras lo cual comienzan a aparecer los síntomas típicos de un cuadro gripal:

  • Tos seca 
  • Dolor de cabeza
  • Falta de apetito
  • Congestión nasal
  • Malestar general
  • Síntomas digestivos: náuseas, vómitos y/o dolor abdominal

A esta sintomatología se le asociaba una fiebre elevada. La muerte no ocurría como consecuencia directa de la gripe, sino por neumonías bacterianas secundarias

En cuanto a la mortalidad de la gripe española, ésta presentó una distribución por edades peculiar. A diferencia de otras epidemias de gripe, en las que los fallecimientos ocurren en ancianos y niños menores de 5 años, dando lugar a una gráfica de mortalidad por edades con forma de U; en la gripe española las tasas más altas de mortalidad fueron en adultos de entre 20 y 40 años, haciendo que la gráfica tuviera forma de W.

Una de las posibles explicaciones de este fenómeno se basa en el hecho de que una infección previa por un subtipo H1 del Influenzavirus A en los nacidos antes de 1880, les habría conferido cierto grado de inmunidad

Por otra parte, el estado de inmunodepresión de muchos de los jóvenes en aquel momento, reclutados para participar en la Primera Guerra Mundial y expuestos a condiciones extremas de subsistencia, incrementaba su susceptibilidad a las infecciones.

¿Por qué se llama así? 

El nombre de gripe española o “Spanish flu atiende más a razones políticas que científicas. 

La primera información oficial de la gripe de 1918 se publicó en España, ya que al no participar en la Primera Guerra Mundial (1914-18), carecía de censura de prensa. En el resto de los países de Europa y Estados Unidos la censura militar impedía que la prensa pudiera informar de los brotes. Así, las noticias sobre la epidemia aparecían sólo en diarios españoles, dando la falsa impresión de ser el único país afectado por la enfermedad. Se le otorgó por este motivo el nombre de “gripe española”. 

vacuna gripe

¿En qué año fue la gripe española y cuál fue su duración?

Los primeros casos de enfermedad se registraron en Estados Unidos durante el último año de la Primera Guerra Mundial, concretamente el 4 de marzo de 1918, entre soldados acuartelados en Kansas que esperaban su traslado a Francia. La infección llegó así a Europa, donde también se propagó rápidamente por los movimientos de tropas.

  • La primera oleada de la epidemia, caracterizada por una alta morbilidad y una mortalidad restringida a edades jóvenes, remitió al cabo de unas semanas.
  • En septiembre de 1918 comenzó la fase más mortífera de la pandemia, la cual constituyó la segunda oleada, que golpeó primero en las instalaciones militares y se extendió después a la población civil.
  • Tras una pausa en la expansión de la enfermedad a finales de 1918, en enero de 1919 comenzó la tercera y última oleada, mucho más leve, en la que la tasa de mortalidad se desplomó.

¿Cómo se trató la gripe española?

Se adoptaron medidas preventivas como el aislamiento, la cuarentena, la promoción de hábitos saludables de higiene personal, el uso de desinfectantes, la restricción de reuniones públicas, entre otros.

En cuanto al tratamiento, éste incluía:

  • Dieta
  • Antisepsia de garganta
  • Pequeñas cantidades de valerianato de quinina
  • Salicilato
  • Tratamiento contra la tos 
  • Aceite alcanforado.
  • Primitivas vacunas y sueros anti-neumococos.

En la actualidad, contamos con varios antivirales de demostrada eficacia en el tratamiento de la infección por Influenza A. Por otra parte, la vacunación contra la gripe estacional brinda importante protección, puesto que tanto el subtipo H1N1 como el H3N2 del virus de la gripe A y una o dos cepas del virus de la gripe B están incluidos en la vacuna anual contra la Influenza.

Bibliografía

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