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tos seca covid
Tos

Tos seca provocada por Covid

¿Cómo es la tos seca del coronavirus? 

A día de hoy son bien conocidos los síntomas característicos de la infección por COVID-19, entre los que destacan la fiebre, la dificultad respiratoria y la tos seca. 

En cuanto a este último, lo diferenciamos de la tos húmeda o productiva en que la tos seca no moviliza moco o flema y por tanto, no permite expectorar. 

La especificidad de la tos seca en el diagnóstico del COVID-19 es baja, ya que está presente en otras muchas patologías, como son el asma, la bronquitis, la gripe, el resfriado común, las alergias estacionales, la enfermedad por reflujo gastroesofágico o incluso puede ser consecuencia del empleo de determinados fármacos.

En el año 20211  diversos investigadores estudiaron el sonido que se produce al toser, a fin de determinar si era posible detectar el COVID-19 a través de la tos. Lograron diferenciar una tos fisiológica, cuyo objetivo es aclararse la garganta, por ejemplo; de otra producida por una patología, pero no fueron capaces de discriminar entre las diferentes enfermedades que podrían estar causando dicha tos. 

Así, para determinar si la tos seca es debida al COVID-19 o a otra condición, no sería suficiente con atender a su sonido, sino que habría que tener en cuenta el resto de síntomas acompañantes. La presencia de fiebre, dificultad respiratoria, síntomas gastrointestinales, dolor de garganta (odinofagia), de cabeza (cefalea), dolores musculares (mialgias) y la pérdida del sentido del gusto y/u olfato (anosmia), podrían orientar hacia una infección por COVID-19.

Por último, un rasgo característico de la tos seca producida por el COVID-19 es su duración, puesto que aunque aparece rápidamente, suele tardar en desaparecer, especialmente en personas no vacunadas. Se ha comprobado que la tos dura una media de 19 días en la mayor parte de pacientes afectos de COVID-19 y hasta 4 semanas en un 5% de los pacientes.

mujer con tos seca covid

Tipos de tos seca según el tipo de cepa de Covid

Existen múltiples variantes del SARS-CoV-2, de las cuales todavía se desconocen muchos aspectos. En cuanto a la sintomatología, no se sabe mucho más allá de su mayor o menor contagiosidad.

La información existente hasta ahora sugiere que la variante omicron es la más infecciosa3, multiplicándose en la vía aérea 70 veces más rápido que la variante delta o el virus original. 4 Pese a ello, la gravedad de la enfermedad provocada por esta cepa parece ser menor.

No se encuentran diferencias en el tipo de tos seca según la cepa, por lo que se vuelve a hacer necesario atender al resto de síntomas para diferenciar una variante de otra. Así, en la infección producida por la variante omicron observaríamos sudoración nocturna, congestión nasal, odinofagia, tos seca, cefalea intensa, mialgias y escalofrios; y en la ocasionada por la cepa delta estarían presentes la fiebre, cefalea, náuseas y/o vómitos, congestión, mialgias y diarrea. 

¿Cómo aliviarla?

Como se ha mencionado previamente, la tos es un mecanismo de defensa, un reflejo protector del organismo cuyo fin es mantener la vía respiratoria limpia, combatiendo una posible infección. No interesa, por tanto, suprimirla demasiado, fundamentalmente cuando se trata de una tos húmeda o productiva, ya que ésta ayuda a expulsar las secreciones, previniendo así complicaciones como la neumonía. En este caso el tratamiento se dirigiría a estimular la expectoración y diluir el moco.

La situación cambia cuando se trata de tos seca, la cual no permite expulsar flema y acaba resultando extenuante para el paciente, dificultando no solo el descanso nocturno, sino también los encuentros sociales. En este caso, pues, la meta del tratamiento sería aliviar o suprimir la tos. Para ello se recomienda:

  • Mantener una hidratación suficiente, bebiendo cantidades pequeñas de líquido a lo largo del día, lo que ayuda a mantener la garganta húmeda y reduce la irritación.
  • Consumir una cucharada de miel (contraindicado en menores de un año). 5
  • Emplear medicación antitusiva, entre la que se encuentra la cloperastina y el dextrometorfano, entre otros.
  • Evitar fumar o ambientes cargados de humo.

Bibliografía

  1. Tena A, Clarià F, Solsona F. Automated detection of COVID-19 cough. Biomedical Signal Processing and Control. 2022; 71(A). https://doi.org/10.1016/j.bspc.2021.103175
  2. Song WJ, Hui C, Hull J, Birring S, McGarvey L, Mazzone S. Confronting COVID-19-associated cough and the post-COVID syndrome: role of viral neurotropism, neuroinflammation, and neuroimmune responses. The Lancet Respiratory Medicine. 2021; 9(5): 533-44. DOI:https://doi.org/10.1016/S2213-2600(21)00125-9
  3. Brandal L, MacDonald1 E, Veneti L, Ravlo T, Lange H, Naseer H, Feruglio S, Bragstad K, Hungnes O, Ødeskaug L, et al. Outbreak caused by the SARS-CoV-2 Omicron variant in Norway, November to December 2021.  Euro Surveill. 2021;26(50). Disponible en https://doi.org/10.2807/1560-7917.ES.2021.26.50.2101147
  4. HKUMed finds Omicron SARS-CoV-2 can infect faster and better than Delta in human bronchus but with less severe infection in lung [Internet] LKS Faculty of Medicine. The University of Hong Kong [citado en 2021 Dic15]. Disponible en https://www.med.hku.hk/en/news/press/20211215-omicron-sars-cov-2-infection
  5. Paul I, Beiler J, McMonagle A, Shaffer M, Duda L, Berlin Ch. Effect of honey, dextromethorphan, and no treatment on nocturnal cough and sleep quality for coughing children and their parents. Arch Pediatr Adolesc Med. 2007; 161(12):1140-6. 
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